Por Era Verde Periodismo Ambiental.
En el marco del Día Internacional de Lucha por la Erradicación de las Violencias Machistas, este jueves se llevó adelante una importante movilización en la capital entrerriana. La convocatoria fue coordinada por la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries de Paraná y la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas. En el documento que se dio a conocer se reivindicó la lucha feminista, se reiteraron las demandas para asegurar los derechos vulnerados, y se demandó por la Ley de Humedales y “la soberanía alimentaria”, planteando que “la utilización de agrotóxicos es un atentado contra toda forma de vida”.
“Vamos a defender nuestro derecho a la ciudad por eso decimos No a las Megatorres, basta de especulación inmobiliaria, defendemos el acceso al rio, las vista panorámicas y el barrio de Bajada Grande y las terrazas del Patito Sirirí, exigimos dignificar los barrios y territorios ribereños. Repudiamos la represión y el avance de la lógica extractiva que vivimos con la obra de Bulevar Racedo”, afirmó la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries de Paraná y la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas en una declaración dada a conocer hoy.
Este jueves, el movimiento feminista y el de las disidencias convocó a marchar “a 40 años del primer 25 de noviembre hoy denominado Día Internacional de Lucha por la Erradicación de las Violencias Machistas”. La invitación fue a “manifestar que tenemos la intención de recuperar todo lo que el patriarcado nos ha quitado”, se afirmó en la proclama dada a conocer al finalizar la movilización en Casa de Gobierno de Entre Ríos.
En el documento elaborado por las organizaciones se afirmaron las luchas contra los sometimientos y las exigencias para asegurar derechos de las mujeres violentados. También se contó con una serie de reivindicaciones políticas, entre las que se destacó el pedido por “la separación de la iglesia del Estado”, así como denunciaron la segregación laboral de mujeres y trans, y las “políticas de ajuste y de precarización de nuestras vidas”, por lo que sostuvieron el rechazo a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional. “La deuda es con nosotras y nosotres, ¡Fuera FMI!”, afirmaron.
En este plano se reivindicó el “derecho a la soberanía alimentaria y decimos que la utilización de agrotóxicos es un atentado contra toda forma de vida. Deseamos discutir e imaginar otros modos de producción que no nos agredan. ¡Paren de fumigarnos! La agroecología es posible. Fuera a todo el agronegocio y el extrativismo de nuestra tierra. Denunciamos la inacción del Estado en sus tres poderes ante los incendios en las islas y exigimos una ley de humedales con contralor social que proteja nuestra vida”.