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Río Madera: ambientalistas y damnificados critican; piden apoyo boliviano

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Complexo hidrelétrico do rio Madeira (Foto: Divulgação)

Lejos de dejarse seducir por los números de Jirau y Santo Antonio, y por su promesa de desarrollo, la Asociación de Defensa Etno-Ambiental Kanindé (Brasil), se planta y rechaza estos trabajos, debido a que los considera un ‘arma’ que dañará el  ambiente en el norte amazónico, que atentará contra los originarios y campesinos del lugar y tendrá un ‘efecto dominó’ que llegará a Bolivia.

Telma Monteiro, coordinadora de Energía de Kanindé, se apresura a decir que nada bueno se puede esperar de estas represas y recuerda cómo  el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) en su informe 014/2007 indicó: “La extensión de los impactos de las represas a otros países es factible en cuanto se refiere a la sobrelevación del agua, y es indudable en cuanto se refiere a la productividad pesquera, la viabilidad poblacional de especies de peces y la proliferación de la malaria”.

A su vez, Ivaneide Bandeira, coordinadora de Kanindé, remarcó que estas obras atentan contra el normal desarrollo de los peces y van a provocar que tierras vírgenes del Amazonas se inunden por el desborde del Madera.

“Como ejemplo está la muerte de diez toneladas de peces cuando Santo Antonio hizo el proceso de secado del río, y de forma poco profesional provocó estas pérdidas que, de acuerdo a los pobladores del lugar, llegaron a 30 toneladas”, subrayó Bandeira.

Tanto Kanindé como el Movimiento de los Damnificados por las Represas (MAB por sus siglas en portugués) remarcaron que son las autoridades bolivianas y sus instituciones civiles las que deben estar alertas y denunciar estos problemas medioambientales.

A su vez, el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y De-sarrollo (Fobomade) precisó que los estudios de especialistas nacionales determinaron que el aumento del nivel del agua en los ríos Mamoré y Beni afectará a Pando y Beni, por lo que pidió una posición firme del Gobierno sobre este tema.

Entrevista  

“Se hicieron todos los estudios”

Luis Alberto Lima  Superintendente (A.I)  del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama)

– ¿Cuáles fueron los pasos para autorizar a Santo Antonio y a Jirau?

– Para que ambas puedan operar tuvieron que responder a un conjunto de procedimientos que se inician con un estudio de la Prefectura sobre los impactos medioambientales, el mismo fue llevado a una audiencia pública e Ibama lo analizó  y recién ahí se otorga una licencia previa que demuestra que se hicieron todos los estudios.

– ¿Estas empresas presentaron algún programa medioambiental ?

– Sí. Nos dieron a conocer todas sus medidas ambientales que fueron aprobadas por nosotros.

– ¿Ibama qué puntos puso como condición para otorgar la licencia?

– Se tuvo muy en cuenta el transporte de los sedimentos, que se respete la migración de los peces (bagres) y que el mercurio depositado en el río sea mínimo para evitar la contaminación.

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