Por Jorge Daneri publicado em ERA Verde
La construcción del discurso oficial como sus decisiones o indecisiones, corren por el carril de la vía navegable, del camino de las megacorporaciones del agronegocio de exportación, la denominada por Carlos Menem y Felipe Sola, como Domingo Cavallo, Hidrovía Paraguay Paraná.
Existe un silencio oficial sorprendente sobre los procesos de estudios de impacto ambiental en términos genéricos y más conocidos por la sociedad o comunidades involucradas con semejante asunto, más vinculadas con sus puertos e historias para con el río.
Pero lo central, es que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, como el Ministerio de Transporte, se comprometieron en el ahora inexistente Comité Federal de la Hidrovía, desarrollar muy seriamente, una Evaluación Ambiental Estratégica, previo a la denominada Licitación larga para la adjudicación del mantenimiento y la pretendida profundización de tramos diversos del río y ensanchamiento de todos o algunos de sus canales de navegación. En la nota al pie aquí expuesta, el propio Ministerio de Ambiente Nacional la conceptualiza de manera casi impecable en su página web.
El acceso a estos procesos de estudios ambientales, sus actos administrativos, los términos de referencia de sus convenios con Universidades, procesos de conversación pública, encuestas, de estudios temáticos particulares, talleres de participación ciudadana, audiencias públicas, deberían ser desarrollados de manera abierta, prolija y más que pública y notoriamente expuestas públicamente. También sus primeros documentos dinámicos, disponibles para la consideración de los pueblos que lo cohabitan y sus organizaciones sociales interesadas y preocupadas.
Nada de esto es conocido, solo se trasmite las idas y vueltas de una ruleta de millones de dólares para empresas de dragado que nos han vaciado durante décadas -de la mano de aquellos atorrantes referenciados en el primer párrafo del texto- la cuenca de diversidades productivas, culturales y biológicas, como de los sueños y esperanzas de la mayoría de los seres que la habitan.
Antes de que las organizaciones ecologistas y sociales inicien procesos de acceso a la información ambiental como acciones judiciales, sería un dato político y democrático por excelencia, no menor, que los Ministerios citados se pongan a la altura de los acontecimientos y den un ejemplo de ejercicio legal y militante de la publicidad de los actos de gobierno y sus herramientas de información y participación social en cumplimiento de la democracia ambiental.
Finalmente. Una Evaluación Ambiental Estratégica de semejante iniciativa, el proyecto de infraestructura más faraónico de la argentina en estos tiempos, no se realiza ni en seis meses, ni en un año, si la seriedad arriba al gobierno, para no hablar de convicciones y compromiso con la defensa del río y sus soberanías, estamos frente a un proceso de por lo menos tres años. ¿Los plazos y los números no cierran, la mesa redonda no existe, es más de lo mismo, de los pasados recientes, o algo cambiará para bien de la nación argentina?
Leia na íntegra aqui.